“En la actualidad, las exportaciones argentinas de dulce de leche representan el 4% de la producción anual del país. De ese volumen que se exporta, San Ignacio representa el 40%”, explican desde la empresa santafecina.
¿Por qué es tan difícil instalar este producto en el resto del mundo?
El mundo es demasiado grande para nosotros ya que debemos ir desarrollando nuestra red de importadores y distribuidores en cada país de destino.
A su vez el producto no es conocido, hay que convencer a los distribuidores y clientes de que el producto tiene una oportunidad, apoyarlos en la promoción, adecuar etiquetas y envases, entre otros muchos temas que debemos atender.
¿Cuál es la principal “queja” que dicen en el exterior?
Por suerte no hay grandes quejas sobre el producto, al contrario: todos los comentarios son de aceptación.
¿Y entonces? ¿Qué pasa que no logra instalarse afuera?
La amenaza que tiene este producto es el alto contenido de azúcar, sobre todo en los países más desarrollados, dada la recomendación de reducción del consumo de azúcar orientada a una vida más saludable. Esta es una observación frecuente.
Sin embargo, existen productos de consumo masivo en estos mercados con contenidos de azúcar muy superiores a las del dulce de leche, sin manifestarse caída en el consumo.
Un buen ejemplo es la pasta de avellana con chocolate, que además de contener más azúcar, contiene aceite de palma, con todo lo que esto implica.
A nivel nacional, ¿es difícil competir con La Serenísima en ese segmento?
Y sí, es muy difícil competir con esa gran empresa. Nosotros, como Pyme, no contamos con todos los recursos que ellos tienen disponibles. Sin embargo, peleamos nuestro lugar.
Tenemos una gran marca, con una historia de 78 años que nos avalan, nuestra receta intocable y nuestros consumidores fans.
¿Cuáles son los mercados que más crecieron?
Hay mercados que están en continuo crecimiento como México, Sudáfrica, Dubai y Filipinas, que cada vez están más interesados en el dulce de leche argentino.
¿Y los grandes desafíos para el futuro?
Al igual que la carne o el mate, el dulce de leche ya se posicionó como un símbolo argentino y existe una gran oportunidad para crecer en el exterior.
Ante este crecimiento de los mercados interesados en nuestro producto, para el año 2020 la meta a alcanzar es una cuota exportable entre el 22 al 25% del total vendido de dulce de leche.